El otro día respondí un privado acerca de un músico que estaba preocupado por lo malo que podría llegar a ser estar expuesto a 3/4 acoples diarios en las pruebas de sonido...

Y se me ocurrió la idea de si se podría concertar una entrevista, tipo a la de J. Meyer en el que pongamos nuestras dudas y preguntas (y temores) a un otorrino de confianza y este las contestase; y quizás esto pudiera pasar a ser periódico, cada un par de meses ir haciendo preguntas que nos surjan y que nos ayuden a conocer mejor nuestra herramienta de trabajo y nos enseñen a cuidarla lo más correctamente que podamos.

A ver si sale adelante la idea.